El texto de Ezequiel 37.1-4, con el valle de los huesos secos, es un contexto apropiado para Ezequiel 47 (próximo blog). ¡Estos cuatro versículos incluyen siete pasos!

1. Pusiste tu mano sobre mí¡Qué maravilla ver Tu mano sobre mí, moldeando y dirigiendo mi vida (v. 1)

2. Me mueves por Tu Espíritu (v. 1), tanto literal como espiritualmente. Me llevas cada día a la vida de personas preciosas, ya sea físicamente o virtualmente. Me das instrucciones para caminar cada día, si tan solo me tomo el tiempo para escucharte y recibirlas.

3. Me pusiste en medio de un valle… lleno de huesos secos. Me has puesto en medio de iglesias que están perdiendo miembros con una podredumbre espiritual que está destruyendo a la iglesia.

4. ¡Me llevas al valle de huesos muy secos (v. 2)! ¡Ni un rastro de vida! Eso es considerablemente peor que lo que enfrento. Me has dado aliados estratégicos. No estoy solo. Tú sigues trabajando muy activamente donde yo ando. Al mismo tiempo, la sequedad está creciendo. Es necesario diagnosticarla y revertirla. Los cuatro mensajes plenarios que has dado para la Cumbre contienen las claves para eso:

A. El ADN del Evangelio del Reino de Dios
B. Claves para ser y hacer discípulos
C. Iglesias saludables, discipuladoras y multiplicadoras
D. Avivamiento

5. Me haces una pregunta clave (v. 3). ¿Vivirán estos huesos secos? ¡Necesito escuchar Tus preguntas! ¡Y necesito escuchar esta pregunta de nuevo hoy!

6. Respondo a tu pregunta. ¡Y no hay mejor respuesta que la de Ezequiel! Santa desesperación. Dependencia absoluta de que Tú hagas un milagro pleno. ¡Hay “muertos” y hay “muertos plenos – total e irrevocablemente muertos”!

7. Me pides que profetice (v. 4). Me revelas Tus palabras y Tus propósitos. Me llamas a convertirme en Tu agente en el mundo, Tu socio. Tu voz. Tu luz. Y en mi caso, ¡solito, no ! Estoy reuniendo otros aliados, otros socios, voces y luces para formar un faro para Tu Iglesia y Tus iglesias latinoamericanas.

A través de la Cumbre, estás reuniendo a Tus agentes, socios, voces y luces. Cada uno tiene una esfera de gracia que les has dado. Algunos para una iglesia. Algunos para una ciudad. Algunos para una denominación. Algunos para un ministerio de hacer discípulos. Algunos para un país. Algunos para un continente. Dos cosas han estado faltando.

Estamos desconectados. Debido a que estamos desconectados, incluso mientras experimentamos una medida significativa de vida, todavía somos como el valle de huesos muy secos y desconectados. Le dijiste a Ezequiel que les darías a los huesos tendones, carne (o músculos) y piel. Antes de que pudieras darles vida, ¡los huesos secos tuvieron que reconectarse en múltiples niveles (vv. 5-8)! ¡Eso es lo que describes en Efesios 4.16! Hablas de Cristo “de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor”. Cada frase merece una reflexión:

  • De quien (Jesús).
  • Todo el cuerpo
  • Bien concertado
  • Unido entre sí por todas las coyunturas
  • Que se ayudan mutuamente
  • Según la actividad propia de cada miembro
  • Recibe su crecimiento
  • Para ir edificándose en amor.

Al mismo tiempo, a los huesos profundamente conectados todavía les faltaba algo. Necesitan de una nueva palabra profética para el soplo del Espíritu. ¿Y nosotros? ¡Necesitamos avivamiento! Necesitamos un nuevo derramamiento del Espíritu de Dios (Hechos 2.17-18). No importa cuán bien conectados puedan estar los huesos secos, apenas con un soplo fresco del Espíritu de Dios veremos el final de la história en Ezequiel: “Un ejército grande en extremo” (v. 10b).

Entonces, dos preguntas:

1. ¿Con quién quiere Dios conectarte mejor para cumplir los propósitos de Su Reino?

2. ¿Cómo puedes caminar en un estilo de vida de avivamiento y animar a otros a hacer lo mismo?

David Kornfield

Abrir bate-papo
Escanear o código
¡Hola 👋
¿Podemos ayudarte?